Todavía nos quedan semanas veraniegas por delante y es posible que hayas tenido el dilema de cómo comer en verano o que dietas seguir en verano. Como profesionales de la nutrición abogamos por un cambio de hábitos alimenticios sostenido en el tiempo.
Para ello, debemos olvidarnos de vivir “saltando de una dieta a otra”. No obstante, cualquier momento es bueno para arrancar, incluso en verano, sí. Buen momento para arrancar ese cambio de hábitos, no de hacer dietas en verano. Muchas veces parece que si nos ponemos, solo vale si nos ponemos al 100% y eso no es así. Es suficiente con poner el foco en intentar mejorar y para ello es suficiente empezar con algo pequeñito, un cambio entre muchos que nos pueden quedar por hacer. Un cambio pequeño dentro de la vida social veraniega, un cambio dentro de las vacaciones o un cambio dentro de las fiestas de los pueblos.

Pongamos un ejemplo. Si todavía no tienes el hábito establecido de ingerir 3 piezas de fruta al día, podría ser un cambio que proponerte, aunque el resto a mejorar lo dejemos para más adelante, no pasa nada. Siempre hacemos hincapié en que la pérdida de peso es un proceso y requiere tiempo. ¿Cuánto tiempo? El que cada persona necesite y si hablamos de generar hábitos suele ser más del que puedas pensar.
¿Cómo como en verano?
En primer lugar, si no sabes cómo debería ser tu alimentación, cómo convertirla en una dieta equilibrada acude a un profesional de la nutrición que pueda ayudarte. Una vez lo tengas, desde nuestra experiencia os animamos en primer lugar a intentar tener una alimentación organizada y planificada, así todo es muchísimo más sencillo de lograr.
Además de las 3 piezas de fruta que hemos mencionado como ejemplo en párrafos anteriores, asegurar dos raciones de vegetales al día es importantísimo, necesarias para cubrir esas necesidades nutricionales de cada individuo. Si vamos a la playa o comemos fuera de casa hay que tenerlo también en cuenta. Una ensalada, un gazpacho, una crema fría de verduras o unas verduras a la parrilla son buenas opciones si comemos fuera. Y si vamos a comer a la playa un tupper es la mejor solución. Una ensalada completa sería suficiente, de legumbre, de patata, arroz o pasta integral, de pollo o de huevo son algunos de los ejemplos posibles.
Si estamos en casa, en temporada veraniega, pero seguimos trabajando o manteniendo nuestra rutina habitual, es más sencillo, pero solemos “abusar” en el buen sentido de las ensaladas o verduras crudas. No hay ningún problema, pero para hacer la dieta lo más variada posible debemos acordarnos también de ingerir diferentes verduras. Aquí va un ejemplo de lo más apetecible en días calurosos. Alubias verdes cocidas con atún en lata y un huevo cocido. Plato completo, equilibrado y refrescante. La imaginación de cada uno puede convertir este plato en una comida aún más rica, apetecible y sabrosa.
¿Qué beber en verano?
Si hablamos de bebidas, suele ser todo un reto también. En la consulta es una de las dudas más comunes, “¿qué bebo cuando salgo por ahí?”. Pues bien, el agua desde luego es la mejor opción siempre, es la única bebida imprescindible en esta vida. Agua con gas o sin gas, aromatizada con limón o cualquier otro cítrico, infusiones con hielos o café con hielos son las opción más saludables y las que podemos consumir con más frecuencia.
Las demás quedan en otro plano, un plano secundario en las que consumirlas con la mínima frecuencia posible. Cervezas sin alcohol antes que una con alcohol desde luego, pero cuanto menos, mejor. Refrescos sin azúcares añadidos o zumos azucarados al igual que bebidas alcohólicas, quedan en último lugar.
En definitiva, hacer dietas en verano, no es la solución. Sabemos que es algo más complicado en ciertas épocas del año, pero no imposible. En Nutri2, os podemos ayudar a mejorar esa organización y una muy buena planificación del menú semanal.