La glándula tiroides se encuentra en la parte anterior del cuello en forma de mariposa y se encarga de la liberación de varias hormonas de gran importancia para el correcto funcionamiento del organismo. Una disfunción de la glándula tiroides puede afectar a la liberación y actividad de otras hormonas y causar hipotiroidismo o hipertiroidismo.
Las hormonas que libera la glándula tiroides son tiroxina (T4) y triyodotironina (T3). Estas dos hormonas participan en muchos procesos como la regulación de la temperatura corporal, frecuencia cardiaca, crecimiento y desarrollo etc.
La glándula tiroides es la principal encargada de regular el metabolismo. De manera que, una disfunción de la glándula tiroides puede conducir a una baja actividad del tiroides que se conoce como hipotiroidismo o, al contrario, una hiperactividad de la tiroides denominada hipertiroidismo.
Los síntomas del hipotiroidismo y el hipertiroidismo son muy diferentes y afectan de manera opuesta al metabolismo.
El hipotiroidismo se produce por una baja actividad de la glándula tiroides y, en consecuencia, una menor liberación de hormonas tiroideas.
Las causas o los factores de riesgo para el desarrollo del hipotiroidismo son varios:
El hipertiroidismo, contrariamente, se produce por una hiperactividad de la glándula tiroides.
Esta hiperactividad conlleva a un aumento del metabolismo produciendo diferentes síntomas opuestos al hipotiroidismo como son:
Las causas pueden ser varias:
Tanto en hiper como hipotiroidismo el tratamiento será farmacológico con el fin de corregir la hiper o baja actividad de la glándula tiroides y en caso de que existan nódulos tiroideos, estos deberán ser revisados por un médico endócrino con el fin de comprobar si aumentan de tamaño y sea necesaria una intervención para eliminarlos.
Hoy en día, existen técnicas no invasivas para su eliminación sin tener que pasar por quirófano.
La alimentación juega un papel determinante en el correcto funcionamiento de la glándula tiroides ya que para que pueda fabricar las hormonas tiroideas necesita de un aporte correcto de yodo.
El yodo es un mineral que se encuentra:
*Especial atención al consumo de algas ya que contienen niveles muy elevados de yodo, un alto consumo de algas puede tener efectos contraproducentes.
Un buen consejo es incorporar a nuestra alimentación el pescado al menos 2 días por semana y cocinar con sal yodada.
Otro mineral a tener en cuenta es el selenio, ya que la glándula tiroides es un órgano con un alto contenido en este mineral y su deficiencia puede promover una alteración de la síntesis de hormonas tiroideas. Podemos encontrar Selenio en las nueces de Brasil, mariscos, huevo, carnes, etc.
La vitamina D también es fundamental para el correcto funcionamiento de la glándula tiroidea ya que un déficit de vitamina D está relacionado con la aparición de enfermedades autoinmunes como la de Hashimoto.
De hecho, existe una alta prevalencia de déficit de vitamina D en pacientes hipotiroideos.
El cuerpo humano no es capaz de sintetizar vitamina D por lo que se debe adquirir de manera exógena a través de:
Finalmente, existe alimentos que se deben evitar en caso de tener antecedentes familiares o sospecha de enfermedad tiroidea:
En Nutri2, somos dietistas nutricionistas en Pamplona, especializados en el tratamiento de patologías como el hipotiroidismo o hipertiroidismo. Si tienes una consulta personal puedes escribirnos sin problema. Un saludo 🙂