Logotipo Nutri2

Son las siglas que en inglés significan “Small Intestine Bacterial Overgrowth”. En español, Sobrecrecimiento Bacteriano en el Intestino Delgado.

El SIBO es una condición gastrointestinal que ha ganado protagonismo en los últimos años. Se trata de una acumulación excesiva de bacterias en el intestino delgado, lo que lleva a diversos síntomas y problemas de salud. Aunque el SIBO puede afectar a personas de todas las edades, se ha convertido en una preocupación especialmente prominente en la comunidad médica debido a sus complicaciones y desafíos para el diagnóstico y tratamiento.

El intestino delgado es una parte importante del sistema digestivo donde ocurre la absorción de nutrientes de los alimentos. Normalmente, la cantidad y el tipo de bacterias en el intestino delgado son relativamente limitados. Sin embargo, el SIBO ocurre cuando hay un desequilibrio en la microbiota, lo que permite que las bacterias se multipliquen más allá de los niveles normales.

¿Qué causa el SIBO?

Las causas del SIBO pueden ser diversas. Entre ellas se encuentran el daño en las vellosidades intestinales debido a enfermedades como la enfermedad celíaca, problemas con el vaciado del estómago, cirugías abdominales previas, uso prolongado de medicamentos como los inhibidores de la bomba de protones, y trastornos de la motilidad intestinal, entre otros.

SIBO

¿Cuáles son los síntomas más comunes?

Los síntomas del SIBO pueden variar mucho entre una persona y otra, lo que dificulta su identificación temprana. Algunos de los síntomas más comunes incluyen hinchazón abdominal, distensión, flatulencia, diarrea o estreñimiento, fatiga y malestar general. La malabsorción de nutrientes también es común en esta condición, lo que puede llevar a deficiencias nutricionales y pérdida de peso involuntaria.

Diagnosticar el SIBO puede ser complicado debido a la variedad de síntomas y a que estos pueden coincidir con los de otras enfermedades gastrointestinales. Los médicos utilizan una combinación de historia clínica, análisis de sangre y pruebas de aliento. Sin embargo, aún existen desafíos en este proceso, y algunas personas pueden pasar por múltiples pruebas antes de obtener un diagnóstico concreto.

De todas formas, la manera más eficaz y menos invasiva de obtener el diagnóstico es la prueba del aliento. En Nutri2 realizamos este tipo de pruebas para diagnosticar SIBO, además de otras patologías o intolerancias.

El test de SIBO funciona de la siguiente manera. Estos test detectan, utilizando unas soluciones o jarabes de lactulosa o glucosa, la presencia de metano e hidrógeno en el aliento o el aire que se expulsa. Las bacterias que están en sobrecrecimiento

Una vez diagnosticado, el tratamiento del SIBO generalmente implica una combinación de enfoques. Los antibióticos son necesarios, ya que ayudan a eliminar las bacterias en exceso. Sin embargo, hay preocupaciones sobre el uso excesivo de antibióticos y su impacto en la microbiota intestinal. Es por eso que algunos médicos también recomiendan el uso de probióticos. El tercer pilar pero no por ello menos importante es la dieta a seguir una vez comenzado el tratamiento antibiótico. Es una dieta baja en azúcares fermentables (los llamados FODMAP). Esta dieta, realizada de manera correcta y con un seguimiento profesional, ayuda a mejorar el equilibrio en la microbiota, ya que por un tiempo se eliminan los azúcares fermentables de los que las bacterias se alimentan.

El manejo del SIBO puede necesitar una perspectiva de largo plazo, y es importante abordar las causas subyacentes que llevaron al desarrollo de la condición. En algunos casos, se pueden necesitar tratamientos adicionales para abordar problemas de motilidad intestinal o condiciones como la enfermedad celíaca.

Aunque no hay una fórmula garantizada para prevenir el SIBO, hay algunos hábitos saludables que pueden ayudar a mantener un intestino equilibrado. Estos incluyen mantener una dieta equilibrada y variada, evitar el uso excesivo de antibióticos y medicamentos que puedan afectar la flora intestinal, y reducir el estrés, ya que también está vinculado con problemas digestivos.

En conclusión, el SIBO es una afección compleja y multifacética que requiere una comprensión y enfoque cuidadoso para su diagnóstico y tratamiento. La investigación en curso sobre la microbiota intestinal y su impacto en la salud gastrointestinal seguirá siendo fundamental para mejorar la atención y el manejo del SIBO en el futuro.

El síndrome premenstrual (SPM) es una condición común que afecta a muchas mujeres en todo el mundo. Se refiere a un conjunto de síntomas físicos, emocionales y psicológicos que ocurren antes del inicio del período menstrual. Estos síntomas pueden variar en intensidad y duración, y pueden afectar significativamente la calidad de vida de una mujer. En este blog, exploraremos los síntomas del SPM y compartiremos consejos útiles sobre cómo sobrellevar esta fase mensual.

Síntomas del Síndrome Premenstrual

El SPM puede manifestarse de diversas formas. Algunas mujeres pueden experimentar cambios de humor repentinos, irritabilidad, sensibilidad emocional, ansiedad o depresión. Otros síntomas comunes incluyen dolor en los senos, retención de líquidos, hinchazón abdominal, fatiga, cambios en los patrones de sueño y antojos de alimentos. Es importante destacar que estos síntomas pueden variar de una mujer a otra, tanto en su intensidad como en su combinación.

Síndrome Premenstrual

Consejos para Sobrellevar el Síndrome Premenstrual

1. Conocer tu ciclo: Mantener un seguimiento de tu ciclo menstrual puede ayudarte a anticipar y prepararte para los síntomas del SPM. Llevar un diario o utilizar aplicaciones móviles dedicadas puede ser útil para registrar los cambios que experimentas cada mes.

2. Establecer una rutina de autocuidado: Durante el período premenstrual, es fundamental dedicar tiempo a cuidarte a ti misma. Practica actividades relajantes como meditación, yoga, baños de agua caliente o leer un libro. Estos momentos de tranquilidad pueden ayudar a reducir la ansiedad y mejorar tu bienestar general.

3. Alimentación equilibrada: Adoptar una dieta saludable y equilibrada puede influir en la reducción de los síntomas del SPM. Prioriza alimentos ricos en nutrientes como frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras. Evita el exceso de cafeína, azúcar y alimentos procesados, ya que pueden empeorar los síntomas.

4. Ejercicio regular: La actividad física regular puede ser un aliado poderoso para aliviar los síntomas del SPM. El ejercicio libera endorfinas, hormonas que mejoran el estado de ánimo y reducen la sensación de dolor. Intenta practicar actividades que disfrutes, como caminar, nadar, bailar o hacer ejercicio aeróbico.

5. Descanso adecuado: Durante el síndrome premenstrual, el cuerpo necesita descansar y recuperarse. Prioriza el sueño de calidad asegurándote de dormir las horas recomendadas y manteniendo una rutina de sueño constante. Evita el consumo excesivo de cafeína y reduce la exposición a dispositivos electrónicos antes de acostarte.

6. Apoyo emocional: Hablar sobre tus sentimientos y preocupaciones con amigos cercanos o seres queridos puede brindarte un valioso apoyo emocional. No te reprimas si necesitas desahogarte o pedir ayuda. Además, considera la posibilidad de unirte a grupos de apoyo en línea o buscar recursos en línea que ofrezcan consejos y estrategias para sobrellevar el SPM.

7. Consulta médica: Si los síntomas del SPM son graves y afectan significativamente tu calidad de vida, es importante buscar la opinión de un profesional de la salud. Un médico puede evaluar tu situación individualmente y recomendar opciones de tratamiento, como cambios en el estilo de vida, terapia hormonal o medicamentos específicos.

Conclusión:

El síndrome premenstrual es una realidad para muchas mujeres, pero no tiene por qué controlar tu vida. Al adoptar un enfoque de autocuidado y aplicar las estrategias mencionadas, puedes aliviar los síntomas y manejar mejor esta fase mensual. En Nutri2, podemos ayudaros a regular la alimentación relacionada con este tema. Recuerda que cada mujer es diferente y lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra, por lo que es importante experimentar y encontrar el enfoque que mejor se adapte a tus necesidades individuales.

El intestino y el cerebro son dos órganos que tradicionalmente se han considerado separados en cuanto a sus funciones y procesos. Sin embargo, investigaciones recientes han revelado que estos dos sistemas están intrínsecamente conectados a través de lo que se conoce como el eje intestino cerebro.

¿Qué es el eje intestino cerebro?

Este eje de comunicación bidireccional tiene un papel fundamental en la salud y el bienestar general, y su entendimiento puede abrir nuevas puertas en el tratamiento de trastornos mentales y gastrointestinales.

El eje intestino cerebro se basa en una estrecha comunicación entre el intestino, que alberga el sistema nervioso entérico, y el cerebro, que es el centro de control del sistema nervioso central. Ambos sistemas están conectados por una red de nervios, hormonas y señales bioquímicas que facilitan la comunicación entre ellos.

Un aspecto crucial de esta comunicación es el microbioma intestinal, que se refiere a la comunidad de billones de microorganismos que habitan en nuestro intestino. Estos microorganismos, principalmente bacterias, desempeñan un papel vital en la digestión de alimentos, la síntesis de vitaminas y la protección contra patógenos. Sin embargo, también se ha descubierto que el microbioma intestinal tiene un impacto significativo en la salud mental y el funcionamiento cerebral.

Eje intestino cerebro

Microbioma y eje intestino cerebro

El microbioma intestinal produce una variedad de sustancias químicas, incluidos neurotransmisores como la serotonina, que desempeñan un papel crucial en la regulación del estado de ánimo. De hecho, se estima que el 90% de la serotonina del cuerpo se produce en el intestino. Esto significa que la salud del intestino puede tener un impacto directo en la salud mental y el equilibrio emocional.

Inflamación intestinal

Además, la inflamación intestinal puede tener efectos negativos en el cerebro. La inflamación crónica del intestino puede liberar citocinas inflamatorias que pueden afectar la función cerebral y contribuir al desarrollo de trastornos neuropsiquiátricos como la depresión y la ansiedad. De manera similar, las condiciones de estrés crónico pueden afectar la salud intestinal y desencadenar respuestas inflamatorias.

La comprensión de esta relación entre el eje intestino cerebro ha llevado al desarrollo de nuevas estrategias de tratamiento. La modulación del microbioma intestinal mediante el uso de probióticos y prebióticos se ha investigado como una forma de mejorar la salud mental. Estos suplementos pueden ayudar a restaurar el equilibrio de las bacterias intestinales y reducir la inflamación, lo que a su vez puede tener efectos positivos en el estado de ánimo y la cognición. Nunca deben usarse sin recomendación profesional y por supuesto, individualizando cada caso.

Dieta e inflamación

Además, los cambios en la dieta también pueden desempeñar un papel importante en el mantenimiento de un microbioma saludable y en la promoción de la salud intestinal. Una dieta rica en fibra y alimentos fermentados puede favorecer el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino. Al mismo tiempo, la reducción de alimentos procesados y azúcares refinados puede ayudar a disminuir la inflamación y mejorar el equilibrio hormonal.

En resumen, el eje intestino cerebro revela una conexión profunda entre el intestino y el cerebro, y su influencia en la salud y el bienestar general. Mantener un microbioma intestinal equilibrado y una salud digestiva óptima es esencial para promover una buena salud mental y un funcionamiento cerebral adecuado. En Nutri2 os podemos ayudar a profundizar nuestra comprensión de esta relación, se abren nuevas oportunidades para el tratamiento de trastornos neuropsiquiátricos y gastrointestinales, lo que puede mejorar significativamente la calidad de vida de muchas personas.

Independientemente del deporte que se practique, de fuerza o de resistencia, es posible que en la analítica de sangre en deportistas aparezcan “alteraciones” que no tienen porqué ser sinónimo de problemas de salud. Simplemente, hay que aprender a interpretarlas y entender la causa, antes de crear ninguna alarma.

¿Cómo van a salir mal las analíticas si eres deportista?

Seguro que es lo primero que se te pasa por la cabeza. Existen determinados deportes o tipos de ejercicios que pueden influir en el perfil analítico del deportista y muchos médicos no tienen conocimiento de ello. 

Además, dado que la mayoría de la población es sedentaria no están acostumbrados a encontrarse con ciertas alteraciones en las analíticas (sin presencia de enfermedad), por lo que creen que pueden ser causadas por ciertas enfermedades o patologías relacionadas con esos valores. Y, ¿Cuáles pueden ser esos valores que en una analítica pueden salir alterados en un deportista?

Analítica de sangre

Creatinina

La creatinina es un producto de desecho, un subproducto, generado por los músculos, como resultado de la actividad diaria. Normalmente, son los riñones quienes mediante el filtrado de la sangre lo expulsan por la orina. La creatinina en las analíticas suele ser solicitada para verificar el correcto funcionamiento de los riñones. 

Cuando existe una patología renal es posible encontrar este valor alterado al acumularse en sangre por no poder eliminarlo de manera correcta por la orina. 

¿Qué sucede en deportistas que consumen creatina?

La creatina es un suplemento deportivo enfocado a la mejora del rendimiento, que proporciona energía directamente a los músculos. Si se consume es normal que los niveles de creatinina en sangre aparezcan más elevados, ya que es el metabolito de la creatina que se utiliza para lograr los efectos deseados.

Cierto es que, sin suplementación de creatina, un deportista que tiene más masa muscular que una persona sedentaria, tendrá niveles de creatinina más elevados ya solo por el hecho de tener más masa magra. Cuanto más músculo, más creatina y en consecuencia más creatinina.

Creatin quinasa o ck

Otro valor que puede aparecer alterado en una analítica de sangre en deportistas, es la enzima muscular que cuando existe daño muscular se eleva y así puede verse en las analíticas. Existen 3 tipos de CK:

¿Cuándo puede alterarse este valor?

Metabolismo del hierro

Es interesante tenerlo en cuenta sobre todo en mujeres. El metabolismo del hierro incluye procesos como la regulación de la absorción intestinal de éste, el transporte a las células y el almacenamiento entre otros. 

Para detectar una anemia o falta de hierro lo antes posible no solo debemos centrarnos en los valores de la hemoglobina, sino que hay otros parámetros como la ferritina que se alteran antes incluso que la hemoglobina y nos indican que puede estar desarrollándose una anemia.

Filtrado glomerular

Otro valor analítico que se suele malinterpretar es el filtrado glomerular. Si bebemos poca agua los días previos a realizarnos una analítica, este valor puede aparecer por debajo de los rangos de normalidad. Cierto es que en algunas enfermedades renales también se ve alterado pero en la mayoría de ocasiones se debe a una ingesta de agua baja.

En conclusión y siendo responsables, ante analíticas alteradas o fuera de valores normales, antes de dar por sentado que es por condición de deportista, habrá que descartar patologías posibles, ya que obviamente un deportista no queda exento de poder enfermar. En Nutri2 te podemos ayudar, puedes escribirnos para valorar tu caso individualmente 🙂

La artrosis es una patología o enfermedad articular compleja que cursa con dolor. Es una enfermedad en la que muchos factores pueden influir en ella y se considera crónica, es decir, no tiene cura. 

Veremos como desde un punto de vista dietético y nutricional existen posibilidades de tratamiento, ya que la alimentación influye en su desarrollo y evolución.

Cabe mencionar la importancia de la actividad física a la hora de prevenir o mejorar la evolución de esta enfermedad.

Artrosis: Factores para desarrollarla

Por otro lado, podemos hablar de los factores que implican mayor riesgo de sufrir artrosis. Entre ellos, el sobrepeso o la obesidad, que afecta de forma directa a las articulaciones. Hay estudios que indican que existe una relación directa entre aumento de peso corporal con mayor riesgo de sufrir artrosis en articulaciones como la rodilla principalmente. 

Otros factores de riesgo que entran en juego en la salud articular y ósea son el consumo habitual de tabaco y alcohol, deficiencias nutricionales como en vitamina D y en el calcio, el sedentarismo o falta de actividad física y también el consumo habitual de bebidas ricas en fosfatos, las bebidas de cola.

Nuestro objetivo, entonces, como dietistas- nutricionistas es prevenir y en el caso de enfermedad mejorar la sintomatología posible. Una de las acciones a establecer si es necesario sería la pérdida de peso graso y otras en cambio se centrarán en asegurar un aporte nutricional correcto de nutrientes importantes en el caso de prevenir o mejorar la artrosis. 

Artrosis

Dieta para artrosis: vitamina E


Las personas que padecen artrosis tienen niveles bajos de vitamina E en las analíticas sanguíneas. Una dieta saludable y equilibrada en nutrientes como esta vitamina aporta protección extra antioxidante y antiinflamatoria al cartílago y a las articulaciones. 

Vitamina C

Otra de las vitaminas importantes para la formación del colágeno y la estructura articular es la vitamina C. También llamada ácido ascórbico. Al igual que con la vitamina E también se han detectado bajos niveles de ésta última en pacientes con artrosis, por lo que se recomienda seguir una dieta rica en vitamina C (una ingesta igual o superior a 200 mg al día).

Vitamina D

Y por último, la vitamina D. Ésta tiene como tarea estimular la síntesis de unas moléculas llamadas proteoglicanos. Son moléculas que forman parte de la estructura celular de la piel y su función es comunicar las células con el exterior. Son las moléculas que aportan firmeza, elasticidad e hidratación a la piel. 

Otros nutrientes como el cinc y el selenio, tienen que seguir siendo estudiados para confirmar o desmentir su papel en el avance o prevención de esta enfermedad.

Entre otras recomendaciones dietéticas estarían la de aumentar el consumo de ácidos grasos esenciales con propiedades antiinflamatorias como el omega-3 y disminuir el de grasas saturadas presentes en carnes rojas, embutidos, bollería industrial, etc. Se recomienda también incluir especias como la cúrcuma o el jengibre.

A pesar de los numerosos estudios que han investigado el efecto de la glucosamina en los síntomas y en el avance de la artrosis, entidades como la European League Against Rheumatism (EULAR) y el American College of Rheumatology consideran el paracetamol tratamiento de primera elección en esta enfermedad y, en segundo lugar, otros analgésicos no antiinflamatorios y los antiinflamatorios no esteroideos (AINE). No se posicionan sobre qué posición ocuparía la glucosamina por la falta de evidencia sobre su eficacia y seguridad a largo plazo.

Nuestro papel en Nutri2 es el de proporcionar herramientas adecuadas para prevenir o paliar los síntomas de enfermedades como es la artrosis, entre otras. Estamos a tu disposición si necesitas mejorar tu alimentación o adecuarla a cualquier patología en la que la nutrición tenga gran impacto. 

Diabetes mellitus, comúnmente llamada diabetes, a secas. Es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el propio organismo no hace uso correcto de la insulina producida. En este artículo vamos a hablar de una "variante" de la diabetes gestacional.

Y, ¿Qué es la insulina?. La insulina es una hormona. Una hormona que regula la concentración de glucosa en la sangre, o sea, la glucemia. La hiperglucemia (una glucemia elevada en sangre) es una de las consecuencias más comunes en una diabetes no controlada, cuyas consecuencias a largo plazo en el organismo pueden ser graves.

Hoy, profundizaremos más en la diabetes gestacional pero antes de eso resumimos en pocas palabras la diabetes tipo 1 y la tipo 2. 

Tipos de diabetes

La Diabetes tipo 1, o la también llamada diabetes insulinodependiente, es en la que existe una producción baja de insulina y requiere administración de insulina diaria.

En la Diabetes tipo 2, sí hay una producción adecuada de insulina pero el uso de ella por parte del organismo no es correcto. Relacionada con edades adultas, problema de sobrepeso u obesidad y malos hábitos alimentarios o de actividad física.

Diabetes Gestacional

Qué es la diabetes gestacional

Ahora sí, vamos con la diabetes gestacional. Esta es la que surge en el embarazo. En esta, existe una hiperglucemia, como hemos dicho antes, valores de azúcar altos en sangre. Estos valores de diagnóstico son diferentes en esta diabetes que en las anteriores.

Cuando aparece esta diabetes en un embarazo, el bebé en un futuro como la propia madre tienen más posibilidades de sufrir diabetes tipo 2 más adelante y además de que el riesgo de sufrir complicaciones en el mismo embarazo o en el parto aumentan. Por eso es tan importante diagnosticarla precozmente y tratarla adecuadamente.

El embarazo en sí, es un estado que ya produce un pequeño aumento de azúcar en sangre. La gestación  ya genera hormonas en grandes cantidades, como el lactógeno placentario que puede producir una cierta resistencia a la insulina. Esto hace que la insulina que tenemos en sangre no introduzca el azúcar en las células de manera adecuada, lo que aumentaría los niveles de azúcar en sangre, o sea, la glucemia.

Las mujeres que en la gestación producen diabetes gestacional no son diabéticas previamente, pero en el embarazo, sí tienen niveles de glucemia elevados. Éstas, tienen menos riesgo de complicaciones en el embarazo que una mujer que ya era diabética antes de quedarse embarazada. Aún así, es importantísimo controlarla en ambos casos.

¿Cuáles son los síntomas más frecuentes de la diabetes gestacional?

No siempre tiene por qué ir acompañado de sintomatología. Pero una diabetes gestacional puede producir mucha sed y también mucha micción (orinar con mucha frecuencia). El motivo es el siguiente; el organismo elimina a través de la orina azúcar y para intentar revertir los niveles de azúcar altos en sangre hace que la mujer beba y orine con mucha frecuencia. 

Varios factores podrían aumentar el riesgo de padecer una diabetes gestacional. Tener familiares que ya tengan diabetes, tener más de 35 años al quedar embarazada, un parto anterior con un bebé de más de 4 kg, hipertensión arterial o empezar el embarazo con un sobrepeso o una obesidad.

El diagnóstico correcto se hace a través del test de O’Sullivan. Es una prueba que se realiza entre la semana 24 y 28 de gestación, para diagnosticar a las mujeres una posible diabetes gestacional.

Este test nos indica la cantidad de glucosa en sangre venosa una hora después de haber tomado 50 gramos de glucosa por vía oral. Se trata de una prueba que se puede realizar en cualquier momento del día y no es necesario estar en ayunas.

Si sale positivo, o sea, la glucemia es superior a los niveles adecuados, se considera que existe riesgo de padecer diabetes y ahí es cuando se realizaría el test de tolerancia a la glucosa (TTOG) para confirmar la posible diabetes.

Diabetes gestacional y dieta

Me han diagnosticado diabetes gestacional, ¿cómo tengo que actuar? Lo primero, antes de nada, tranquilidad. Debemos centrarnos en los cambios de hábitos que están en nuestras manos realizar.

Lo primero es lograr un cambio de hábitos e ir en busca de aquellos que sean saludables. La actividad física constante y mantenida en el tiempo (siempre personalizada y adaptada a cada mujer) y la mejora de hábitos alimentarios son necesarios. Hay que empezar por ahí.

Mientras tanto, el control de la glucemia es importante. Y por último si con todo esto no logramos esos niveles de azúcar en sangre adecuados es cuando habría que recurrir, siempre con indicación de tu médico, a la terapia farmacológica. 

¿Y después del parto?

Habrá que evaluar después de dar a luz cómo están los niveles de azúcar en sangre, durante unos meses, para valorar qué riesgo puede haber de mantener niveles altos o padecer una posible diabetes en el futuro. 

Si los valores de las pruebas vuelven a estar dentro de rangos de normalidad (y en la mayoría de los casos, sí lo están), se deberá evaluar el riesgo de diabetes, al menos, cada tres años.

Si necesitas ayuda con tu alimentación podemos ayudarte en Nutri2.

Icono whatsapp Icono enviar
linkedin facebook pinterest youtube rss twitter instagram facebook-blank rss-blank linkedin-blank pinterest youtube twitter instagram